miércoles, 28 de noviembre de 2018

RETO Y COMPROMISO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA AMÉRICA LATINA PARA EL SIGLO XXI



RETO Y COMPROMISO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA AMÉRICA LATINA PARA EL SIGLO XXI
     La América Latina a las puertas del siglo XXI se encuentra sumida en una crisis sin precedente en su historia. Existe en esta región planetaria, mal llamada países en vía de desarrollo, grandes contingentes de seres humanos condenados a la más extrema pobreza, privados de escolaridad; con índices delictivos que superan las estadísticas de otras partes del mundo, el crecimiento demográfico aumenta con extrema rapidez, los presupuestos deficitarios y reconducidos de los gobiernos, son los signos que caracterizan la sociedad de Latinoamérica. Frente a este escenario tan complejo y difícil, marcado por la más fría incertidumbre, cabe preguntarse: ¿Cuál es el papel de la Universidad en la América Latina? Cuál es el reto y compromiso de la Educación Superior para el siglo XXI en esta parte del mundo?
     Obviamente que estas preguntas exigen para la Educación Superior un rol protagónico diferente al que ha venido asumiendo en el pasado; pues hoy gran parte de la solución de la problemática de esta sociedad depende del aporte que la Universidad de manera sustancial haga al respecto. En este sentido surge como aspecto fundamental para resolver la crisis de manera impostergable en América Latina llevar adelante la propuesta de Delors (1996), educación durante toda la vida con sus ventajas de flexibilidad y accesibilidad en el tiempo y el espacio, como las llaves de entrada al Siglo XXI.
     Esta educación abierta y flexible y durante toda la vida no puede ser posible si los países de esta parte del “globo terráqueo” no disponen de una infraestructura tecnológica que permita llevar la educación hasta el punto más remoto de las regiones de esta variopinta geografía. Delors opina al respecto que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) han hecho entrar a la humanidad en la era de la comunicación universal, eliminando barreras y distancias… pero hay regiones excluidas de esta evolución, particularmente en las que no hay electricidad, lo que conllevaría, según García Guadilla (1996) a una globalización fragmentada y, en consecuencia, limitaría la cobertura educativa.
     Por otra parte la Universidad de la América Latina debe salir de su claustro, de su torre de marfil y volcarse hacia la sociedad para contribuir a resolver los problemas puntuales de su entorno aportando los brazos de los contingentes de estudiantes, que en muchos casos se dedican sólo al rol de “estudiar” para protagonizar el rol de “trabajador” por el país, es decir, vincularlos con el trabajo productivo, a través de convenios suscritos por la Universidad con otras instituciones tanto de los sectores: público y privado para generar recursos económicos, y de esta manera autofinanciarse ya que en los países más pobres de la región la Educación Superior representa, al menos en el corto plazo, una carga onerosa para el Estado. Se trata de hacer de la Universidad una empresa redituable.
     Esto evidentemente supone el establecimiento de nuevas relaciones en las áreas de la ciencia y de la tecnología y  la búsqueda de fuentes alternas de financiamiento como una manera de responder a la crisis fiscal del Estado que existen en la mayoría de los países de esta región. Esto se concretaría si la Universidad Latinoamericana a través de sistemas de formación y producción de conocimientos apunta hacia las necesidades de todos los sectores de la vida social (Ugalde, 1994 en García Guadilla, 1996). Para CEPAL-UNESCO (1992) en García Guadilla (1996), educación y conocimiento son los ejes de transformación productiva con equidad, pues no debemos olvidar que recursos humanos y desarrollo son dos temas vinculados entre sí, y que la formación de un talento humano idóneo depende en gran parte de una educación de calidad.
     En este orden de ideas uno de los desafíos de la educación superior, en América Latina de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 1997), es aumentar su cobertura, mejorar la calidad de la educación y la pertinencia de los programas de estudios, es decir, que estén contextualizados y de esta manera cumplir con una de su misión fundamental de permitirle a los jóvenes hacerlos conscientes de sus raíces culturales para ubicarse en el mundo, enseñándole las demás culturas y de esta manera lograr el fortalecimiento de la identidad nacional y de la pluriculturalidad en un escenario de horizontes reflexivos sobre los cambios que la sociedad actual exige; propiciando además una conciencia crítica, y el compromiso con la cultura de la ética basado en los valores de la solidaridad y justicia social.
     Naturalmente que el papel protagónico de la Universidad Latinoamericana con la sociedad de esta parte del mundo pareciera ser una utopía en su realización, debido al trasfondo de complejidad y de incertidumbre que presenta la problemática de la región. Pero cosa cierta es,  que las instituciones de educación superior tienen una población de profesores y estudiantes de alto nivel formados en distintas áreas del conocimiento, y que con una planificación adecuada conjuntamente con los sectores público y privado podrían tratar  problemas puntuales tanto en materia de desarrollo como ambientales. Obviamente esto es un gran reto para las universidades, pues implica, además de lo ya señalado, hacer partícipe a la: comunidad local, padres, directores, docentes; siendo estos últimos, los que juegan un rol estratégico debido a que son los responsables de la enseñanza y de la formación de los jóvenes y adultos para  insertarse en la sociedad como ciudadanos responsables.
     En este contexto, las autoridades públicas les toca definir una política bien sea a través de estructuras (públicas, privadas o mixtas) pertinente con la región, y sin dejar de involucrar la comunidad local, regional, nacional y mundial. Sólo así podría tener éxito en su objetivo para llevar a cabo la misión que tiene explícita e implícita la educación superior: que no es otra cosa que preparar ciudadanos para la participación activa fundamentada en el principio democrático de igualdad y equidad social, solo de esta manera la América Latina saldría del atraso y se podría hablar de desarrollo sustentable.
     Por último es ineludible para la Universidad de América Latina contribuir a crear una sociedad más armoniosa y equitativa, que cumpla además con sus funciones que le son inherentes por naturaleza, como lo son: diversificar ofertas de estudios, formación compatible con las exigencias de la sociedad, para caminar en la senda del desarrollo económico, científico, humanístico, técnico y profesional; así como el papel de ser garante en sus comunidades de fomentar una cultura de paz y justicia social, de derechos humanos, del rescate de los valores regionales, de la interacción cultural, cumpliendo además con la doble tarea de mediación crítica y de servicio, que promueva una sociedad más justa, equitativa, democrática y participativa, este es el compromiso y el reto de la Educación Superior de la Universidad en la América Latina.*
Referencias

Delors, J. (1996). La Educación o la Utopía necesaria. De la comunidad de base a la sociedad mundial. De la cohesión social a la participación democrática. Del crecimiento económico al desarrollo humano. Las misiones tradicionales y nuevas de la Enseñanza Superior: En la educación encierra un tesoro. España: UNESCO-Santillana.

García Guadilla, Carmen. (1996). Conocimiento y Educación Superior y Sociedad en América Latina. Caracas: CENDES-Universidad Central de Venezuela.
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). (1997). Exámenes de las Políticas Nacionales de Educación. México, Educación Superior. París: OCDE.

*Bas, Manuel. (1999). Reto y Compromiso de la Educación Superior en la América Latina para el Siglo XXI. [Mimeografiado]. Barcelona: Universidad Nacional Experimental Virtual Simón Rodríguez.


MUESTRA VISUAL:

























Luz González
Estructura Cinética, 2018
Colección Manuel Bas.

RETO Y COMPROMISO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA AMÉRICA LATINA PARA EL SIGLO XXI
TEXTO: Manuel Bas
EDICIÓN DIGITAL: Eduardo Palmera Gómez & Manuel Bas
FOTOGRAFÍA: Manuel Bas
OBRAS DE LA COLECCIÓN MANUEL BAS DE ARTE MODERNO




No hay comentarios.:

Publicar un comentario